sábado, 20 de diciembre de 2008

LOS PETARDOS DE LOS PETARDOS


Ya estaba yo algo extrañado. Este año estaba tardando en aparecer por estas fechas navideñas esa costumbre primitiva de tirar petardos. Digo primitiva no por que sea tradición que date de nuestros antepasados prehistóricos, sino por la simpleza del contenido para el entretenimiento.

En nuestra ciudad, esta moda de los cohetes y petardos data de fechas relativamente recientes; unas décadas. Procesiones y fiestas navideñas se ven acompañadas de petardos. Supongo que en Valencia tendrán otra dimensión cultural en el arraigo de las explosiones pero en Sevilla, no lo entiendo, la verdad.

Como no entiendo qué disfrute puede proporcionar el hecho de provocar un estallido que castiga los oídos. De niño tiré alguno que otro, pero una vez que explotaron tres o cuatro, ya no le encontré mas sentido al asunto. Hoy veo a algunos chavales como zombis haciendo explotar un petardo detrás de otro sin inmutarse, con la mirada perdida y arrojándolos al suelo como quien arroja cáscaras de pipas. Por lo visto esto debe ser el colmo de la diversión.

Ayer empezaron a sonar por mi barrio. Miro el rostro de quienes los arrojan y veo unas miradas obtusas no más inteligentes que las que pudieran poner aquellos primeros hombres de la prehistoria cuando descubrieron el fuego.

1 comentario:

Nesta dijo...

A todos los tontos les da por lo mismo.