Ayer estuve viendo un resumen de programas de ese simpático personaje de la sexta a quien tantos personajes públicos temen: El Follonero.
Al margen del entretenimiento mediante el humor, no sé qué otros objetivos se propone el programa, pero en el citado resumen quedó bien patente un fenómeno inquietante y peligroso, cual es la facilidad de los medios no ya para manipular noticias (cosa que está a la orden del día), sino para fabricarlas.
Mediante la colaboración de algunos actores desconocidos, le tomaron el pelo a algunos personajes públicos y fabricaron con ello unas supuestas noticias. Posteriormente, varios periódicos y canales de televisión mordieron el anzuelo y completaron el juego haciéndose eco de las noticias fabricadas artificialmente como si de auténticas se tratara. Así que ya nos podemos imaginar qué sucede cuando los medios tratan los temas de forma intencionada a las órdenes del capital que los mantiene.
Chavez y Venezuela; Fidel Castro y Cuba; Evo Morales y Bolivia; los conflictos laborales, las reivindicaciones de los ciudadanos; éstos pueden ser algunos de los claros ejemplos de clara manipulación informativa por parte de los mass media como servicio a las multinacionales, al capitalismo y al pensamiento único.
José Luis Sánchez Noriega en su libro “Crítica de la seducción mediática” nos ofrece un esclarecedor y documentadísimo trabajo sobre la influencia del “cuarto poder” en nuestras vidas. Ya digo, a mí cuando leo un periódico o veo un telediario rara vez no me da miedo o asco. O las dos cosas a la vez.
Al margen del entretenimiento mediante el humor, no sé qué otros objetivos se propone el programa, pero en el citado resumen quedó bien patente un fenómeno inquietante y peligroso, cual es la facilidad de los medios no ya para manipular noticias (cosa que está a la orden del día), sino para fabricarlas.
Mediante la colaboración de algunos actores desconocidos, le tomaron el pelo a algunos personajes públicos y fabricaron con ello unas supuestas noticias. Posteriormente, varios periódicos y canales de televisión mordieron el anzuelo y completaron el juego haciéndose eco de las noticias fabricadas artificialmente como si de auténticas se tratara. Así que ya nos podemos imaginar qué sucede cuando los medios tratan los temas de forma intencionada a las órdenes del capital que los mantiene.
Chavez y Venezuela; Fidel Castro y Cuba; Evo Morales y Bolivia; los conflictos laborales, las reivindicaciones de los ciudadanos; éstos pueden ser algunos de los claros ejemplos de clara manipulación informativa por parte de los mass media como servicio a las multinacionales, al capitalismo y al pensamiento único.
José Luis Sánchez Noriega en su libro “Crítica de la seducción mediática” nos ofrece un esclarecedor y documentadísimo trabajo sobre la influencia del “cuarto poder” en nuestras vidas. Ya digo, a mí cuando leo un periódico o veo un telediario rara vez no me da miedo o asco. O las dos cosas a la vez.
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