Es evidente que el mundo es de los sinvergüenzas, de la gente sin escrúpulos, de los caraduras. Sólo un hipócrita y un cínico es capaz de decir lo que ha dicho José Manuel Galindo Cueva, Presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de España.
El personaje en cuestión declaraba en 2008 que el precio de los pisos nunca bajaría, y me parece que esta afirmación no está tan relacionada con la ignorancia como con la soberbia. Los promotores y constructores como Galindo estaban crecidos, endiosados, y ve movían en la certeza de que eran los putos amos.
Ahora, cuando le ven las orejas al lobo, se acuerdan de papá Estado para que les solucione su megalomanía y sus negocios de puro atraco. Como todos los capitalistas, mientras se enriquecen a costa de la necesidad de los demás no quieren intervencion estatal, pero cuando no ganan tanto como para mantener el mismo ritmo y nivel de vida se hacen socialistas. Así, Galindo, representante de los promomtores y constructores, propone que el gobierno asuma parte del stock de viviendas sin vender. Tela de caradura, eh? No obstante, para encubrir semejante derroche de desvergüenza ante la opinión pública, argumentan que el gobierno debería aceptar tal propuesta por la importante función social de facilitar viviendas a la población y porque, al fin y al cabo, la vivienda es un derecho constitucional. Muy fuerte, no?. Muy fuerte ver y oir estas declaraciones en televisión y no poder arrearle al tipo un buen par de hostias.