Niñas israelíes firmando bombas que su país lanzará contra los palestinos.
No es que yo sea precisamente un forofo de la política tal como se entiende dentro de las coordenadas de “lo correcto” y del pensamiento único, pero es que la mediocridad de nuestros políticos es patológica. Tampoco voy a ser yo quien defienda el concepto de estado; ni mucho menos. Pero es que no hay ni hombres de estado. Por no haber no hay ni vergüenza.
En un alarde de la más descarada hipocresía, Zapatero afirma que el PSOE "se ha mojado" respecto al conflicto de la franja de Gaza al exigir a Israel y Hamás el cese de la violencia. Primero vamos a dejar los eufemismos y a llamar las cosas por su nombre.
Existe un interés sospechoso en disfrazar los acontecimientos por parte de los medios de “desinformación” cuando se trata de actos de guerra en los que están implicados la OTAN, Israel o Estados Unidos. Ofensiva militar, no: ataque. Conflicto armado, no: guerra. Llamen a las cosas por su nombre.
En cuanto a lo de "se ha mojado" de Zapatero, no sé si es que es un payaso o un caradura. O las dos cosas a la vez, o las alterna según las circunstancias. Pues vaya demostración de valentía…exigir a ambos implicados el cese de la violencia (guerra, se dice guerra; ya que te has puesto en plan valiente, muchacho). ¿Cómo piensa hacer cumplir esa exigencia? Ya está bien de declaraciones altisonantes y huecas. Un hombre de estado no se distingue por sus palabras (en política, mentiras), sino por su conducta consecuente y sus actos. Que se deje de milongas y comience por romper relaciones con Israel mientras este estado terrorista siga adelante con su genocidio contra los palestinos. Y sobre todo que no sea tan hipócrita. Porque hay que tener mucha cara para hablar de paz en esta guerra cuando no hace ni seis meses nuestro gobierno le vendió armas a Israel.
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