sábado, 24 de enero de 2009

AMIGO Y SUS ENEMIGOS




El cardenal de Sevilla, Amigo Vallejo, entre otras barbaridades, declaró el jueves pasado en relación con el famoso bus ateo que “es un atentado contra la libertad acusar a la iglesia de injerencia en los asuntos públicos”. Así mismo, calificó de “frivolidad y publicidad engañosa” la campaña atea, y recordó que “en una democracia no se puede excluir a los ciudadanos por razón de sexo, color y creencias”.

El cinismo de este tipo, como el de sus colegas, no tiene límites. Nos habla de libertad una gentuza que durante toda su historia se ha posicionado al lado de los poderosos, incluso dictadores a quienes no ha tenido reparo en darle la comunión; una gentuza que ha tenido esclavos y ha comerciado con ellos; una gentuza que ha privado a millones de personas de la libertad de ejercer sus costumbres, sus ritos, su religión.

Nos hablan de “injerencias” quienes no han dejado de hacerlo durante toda su historia con el propósito de conseguir unos fines puramente terrenales como son el poder y el dinero. Han dictado políticas, se han repartido gobiernos, han hecho la guerra incluso con su propio ejército, han hecho de espías, y colaborado con regímenes dictatoriales.

No hay mayor publicidad engañosa que se predique una idea y se practique lo contrario. Que se predique amor y caridad y se fomente el odio y se practique la intolerancia.
Qué publicidad más engañosa que prometer un “supuesto” paraíso en otra “supuesta” vida a quienes se les aconseja que se conformen con su suerte de pobres, hambrientos, o perseguidos- ¿No practican publicidad engañosa quienes dicen seguir las enseñanzas de Jesucristo mientras tienen servidores, secretarios, viven en palacios rodeados de lujo; es decir, sin convivir entre los desheredados como hizo y propuso su “Maestro”?
Por último, nos quiere dar clase de democracia la iglesia católica que, no sólo se ha codeado con los tiranos a lo largo de su historia (incluida la más reciente), sino que no la ejerce internamente como institución. Por cierto, lo de no excluir a las personas por su sexo nos lo dice el representante de un club de misóginos que tiene un concepto utilitario y peyorativo de la mujer, a la que ha denostado, humillado y maltratado a lo largo de los siglos.
Por otro lado, a Amigo Vallejo se le ha debido olvidar el redactado completo el artículo 14 de nuestra Constitución, en lo que respecta a no discriminar a las personas en orden a sus condiciones o circunstancias sociales y personales. Lo digo por los profesores y profesoras que ha despedido la iglesia católica española por estar separados o divorciados, o por ser madres solteras. ¿Aquí no ven aplicable los curas la objeción de conciencia? Conciencia: algo de lo que estos peligrosísimos cuervos carecen.

No hay comentarios: