miércoles, 28 de enero de 2009

EDUCACIÓN Y RESPETO

Estás en la sala de espera del médico de la Seguridad Social y hay un paciente dentro. Llega un
A.T.S. u otro médico o médica e inmediatamente abre la puerta sin llamar antes; o bien da un golpe con los nudillos, y en el transcurso de unas milésimas de segundo y sin dar tiempo siquiera a contestar desde el interior, abre la puerta y entra.

Desgraciadamente esto es moneda muy común entre nuestros sanitarios de la Seguridad Social. En este aspecto existe un nulo respeto por la intimidad o el pudor del paciente, pues en muchas ocasiones el diseño de la sala dificulta habilitar un espacio fuera de la vista de la puerta; en otras muchas, por distracción, el propio paciente comienza a desnudarse o vestirse al margen del biombo que suele haber en las consultas.

Otra mala costumbre instalada en el “Seguro” y que parece que va desapareciendo es hacer pasar a un paciente cuando todavía hay otro dentro. De esta manera la gente se enteraba si el paciente anterior tenía gonorrea o hemorroides. Si coincidías con la cotilla del barrio estabas perdido.

Da la sensación de que la mayoría de los pacientes acude al médico del Seguro con el ánimo de que le están regalando algo y que le están haciendo un favor con sólo escucharlo. No son conscientes de la cantidad de dinero que aportamos los trabajadores para mantener a la Seguridad Social, incluidos esos médicos que en algunas ocasiones te tratan con desprecio o con mala educación, cuando tú le estás pagando el sueldo.

Sin embargo la cosa es distinta cuando acudes a la medicina privada, tanto por parte del paciente como por parte del médico y el resto de sanitarios. ¡Claro, como es “de pago”!¡Como si el del Seguro no lo pagaras!

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