domingo, 22 de febrero de 2009

Actitudes inconsecuentes


De entre las muchas cosas que no entiendo de las mujeres, una la vivo a diario en el gimnasio; otra en la Feria de Abril. En la famosa feria sevillana, es muy común ver en los tablaos de las casetas cómo bailan mujeres que, al término de cada sevillana, hacen aspavientos en señal de calor y cansancio, para de nuevo empezar a bailar la siguiente. ¿A qué viene semejante teatro? Digo yo que nadie las obliga a bailar, y que lo hacen sin coacción y para divertirse, no?.
Otro fenómeno (muy generalizado) que observo en el gimnasio se da entre las mujeres, sobre todo jóvenes. Se supone que van porque quieren; para adelgazar sobre todo. Su interés es básicamente el mismo en todas: muslos, barriguita y caderas; el resto del cuerpo como si no existiera. El monitor les indica una tanda de ejercicios, bien con máquinas, bien aeróbicos. Para mi incomprensión muchas de estas chicas empiezan a protestar, a racanear y a mostrar una actitud indolente reacias a esforzarse. ¿Para qué van entonces?

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