viernes, 8 de mayo de 2009

Patxi López


¡Por fin! Ya era hora de que, tras casi 32 años de democracia posfranquista, un representante del pueblo, de un estado aconfesional, jurara su cargo sin tener delante la biblia y el crucifijo.
Hasta ahora, quienes le precedieron juraron su cargo ante la biblia y el crucifijo "ante Dios humillado". Patxi, ha roto con la religiosa tradición de los consevadores vascos y con la simbología que la ultramontana iglesia católica impuso en todos los ámbitos de nuestra vida desde la dictadura franquista hasta nuestros días.
Ahora, los depredadores de la libertad, los oscurantistas, los macarras de la moral, probablemente se remangarán las sotanas. Pero ya está hecho. Alguien consecuente con sus ideas le ha echado un par de cojones (es triste; no debía suponer eso pero es así) y ha dejado al margen lo"políticamente correcto"`para ser "dignamente" correcto. Vasco tenías que ser. Enhorabuena.

1 comentario:

pallaypaca dijo...

como quién dice, a la edad de cristo. Una gran cruz que arrastra la sociedad de este PAIS, en un MUNDO que aún anda por el ABC como es PUBLICO y notorio. Esta será la MARCA que deje en Euskadi este AS.rafapiña