jueves, 21 de mayo de 2009

Bambi

No sé si Alfonso Guerra lo dijo adrede o le traicionó el subconsciente, pero cuando apodó a Rodríguez Zapatero con Bambi dio en el clavo. Desconozco qué asociaciones de ideas pasaron por la mente de Guerra en ese momento del bautizo, pero me da igual.

Digo ésto porque no dudo de que por las meninges de Zapatero puedan transitar ideas complejas, perspicaces e incluso sibilinas, pero sus decisiones y su determinación en muchos aspectos son de una fragilidad y candidez propias de su mote.

No obstante, sería injusto achacarle sólo a él tales defectos, pues son señas de identidad de todos los presidentes y gobiernos del PSOE. Como botón de muestra de lo que digo basta con analizar el comportamiento de “los psoeistas” (de socialistas, nada) respecto a la actitud extremadamente beligerante de la iglesia católica española.

O este otro ejemplo: Se va Bermejo de caza sin licencia, le aprietan el PP y la derechona un poquito y lo dimiten.

Sin embargo ahí tienen a Trillo después del asunto del YAK-42; tan campante el tío, que no lo echaban ni con agua caliente. A propósito de “campante”, ¿qué decir de Camps”? Hay que reconocer que la hibernación moral de esta gentuza no la supera ni la camorra italiana. Pues no dice el nota que los trajes los pagó con dinero de su mujer? Vamos, más o menos así: -¡Nena! ¿Qué estás en la ducha? ¿Tienes algo suelto en el bolso? ¡Bueno, te cojo 6000 euros del monedero, que me voy abajo a la sastrería a comprarme unos trajes y ahora te traigo la vuelta!

Lo normal.

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